viernes, 17 de noviembre de 2006

Mujer


Dios que estaba muy ocupado en crear a las madres, llevaba ya seis dias trabajando extraordinariamente, cuando un angel se presento y le dijo: "Te afanas demasiado, señor".
Y el Señor le repuso:

"¿Acaso no has leido las especificaciones que debe de llenar este pedido? Esta criatura tiene que ser lavable de pies a cabeza, pero sin ser de plástico; llevar 180 piezas movibles, todas reemplazables, funcionar a base de cafe negro y de las sobras de la comida.
Poseer un regazo que desaparezca cuando se ponga en pie; un beso capaz de curarlo todo, desde una pierna rota hasta un amor frustrado . . . y seis pares de manos".

Y el Angel, confundido , observó:

"¿Seis pares de manos? Es no es posible".

"No son las manos el problema -agregó el señor- sino los tres pares de ojos".

"Y eso, ¿para el modelo normal?", inquirio el ángel.

El señor especificó: "Uno para ver a través de la puerta siempre que pregunte: ¿niños qué andan haciendo? Aunque ya lo sepa muy bien. Otro, detrás de la cabeza para ver lo que más le valiera ignorar, pero precisa saber. Y, desde luego, los de adelante para mirar a un niño en apuros y decirle, sin pronunciar siquiera una palabra, "ya entiendo, hijo, y te quiero mucho".

El ángel tiró de la manga de Dios y advirtió mansamente: "Vale más que te vayas a la cama, señor, mañana sera otro día..."

"No puedo, y además me falta poco. Ya hice una que se cura sola por sí sola cuando está enferma, que es capaz de alimentar a una familia de seis con medio kilo de carne molida, y de persuadir a un chiquillo de nueve años para que se este quieto bajo la ducha".

Lentamente, el ángel dio la vuelta en torno a uno de los modelos maternales.

"Me parece demasiado delicado", comentó con un suspiro.

"Pero es muy resistente", aseguro Dios, emocionado, "no tienes idea de lo que es capaz de hacer y sobrellevar".

"¿Podrá pensar?"

"¡Claro!" Y razonar y transigir".

Por último, el ángel se inclinó y pasó una mano por la mejilla del modelo.

"¡Tiene una fuga!"

"No es una fuga, es una lagrima".

"Y, ¿para qué sirve?"

"Para expresar gozo, aflicción, desengaño, pesadumbre, soledad y orgullo".

"Eres un genio, Señor", dijo el ángel.

Y Dios, con un perfil de tristeza, aclaró: "Yo no se la puse".

1 comentario:

Tu.incondicional dijo...

Existirá algo similar para describir la otra parte?...
al padre...

Sí acaso no existe, podrías escribirla?