domingo, 26 de noviembre de 2006

A mi hijo

Hijo mio,
Si quieres amarme bien puedes hacerlo,
Tu cariño es oro que nunca desdeño,
Más quiero que sepas que nada me debes,
Soy ahora el padre, tengo los deberes.

Nunca en la alegría de verte contento
He trazado signos de tanto por ciento.

Más ahora, mi niño, quisiera avisarte,
Mi agente viajero llegará a cobrarte.

Presentará un cheque de cien mil afanes,
Será un hijo tuyo, gota de tu sangre.

Y entonces, mi niño, como un hombre honrado,
En tu propio hijo, deberás pagarme.

1 comentario:

Tu.incondicional dijo...

... Ah!, los hijos...

Algunos "alguienes" no son tan objetivos y caen en aquella frase: Tanto quiere el Diablo a su hijo, que hasta se lo quiere comer...

En fin...