martes, 9 de noviembre de 2010

Yo se exactamente como susurrar
Yo se exactamente como llorar
Yo se exactamente donde encontrar las respuestas
Yo se exactamente como mentir
Yo se exactamente como fingirlo
Yo se exactamente como intrigar
Yo se exactamente cuando enfrentar la verdad
Yo se exactamente cuando soñar
Yo se exactamente donde tocarte
Yo se exactamente que demostrar
Yo se exactamente cuando traerte cerca
Yo se exactamente cuando permitirte salir
Yo se exactamente que la noche se esta desvaneciendo
Yo se exactamente que el tiempo va a volar
Y nunca te voy a decir todo lo que te tengo que decir,
pero se que debo intentarlo
Y yo conozco los caminos a las riquezas
Y yo conozco los caminos a la fama
Conozco todas las reglas y se como romperlas
Y siempre conozco el nombre del juego
Pero no se como dejarte, y nunca te dejare caer
Y no se como lo haces, hacer el amor de la nada.

Cada vez que te veo, todos los rayos del sol estos corren por los rizos de tus cabello
Y cada estrella del cielo apunta hacia tus ojos como un proyector
El latido de mi corazón es un tambor y esta perdido y esta buscando un ritmo como el tuyo
Puedes tomar la oscuridad de un agujero de la noche,
y convertirla en un faro ardiendo eternamente luminoso
Tengo que seguirla porque es todo lo que conozco bien
No es nada hasta que te lo entregue a ti.

Puedo hacer que el corredor tropiece
Puedo hacer el bloque final
Puedo hacer cada aparejo al sonido de un silbido
Puedo hacer mecer a todos los estadios
Puedo hacer esta noche por siempre ó puedo hacerla desaparecer al alba
Puedo hacerte todas las promesas que nunca han sido hechas
Y puedo hacer que se vayan todos tus demonios
Pero nunca lo voy a hacer sin ti
Realmente me quieres ver arrastrando?
Y yo nunca voy a hacerlo como tu lo haces, hacer el amor de la nada.

Hola

He estado solo contigo dentro de mi mente,
y en mis sueños he besado tus labios mil veces,
algunas veces te veo pasar fuera de mi puerta,
hola, es a mi a quien estas buscando?
Puedo verlo en tus ojos,
puedo verlo en tu sonrisa,
eres todo lo que siempre he deseado,
y mis brazos están bien abiertos,
porque tu sabes exactamente que decir,
y sabes exactamente que hacer,
y yo quiero decirte tantas cosas...... te amo.

Anhelo ver la luz del sol en tu pelo,
y decirte una y otra vez cuanto me importas,
algunas veces pienso que mi corazón se desbordara,
hola, simplemente tengo que dejarte saber porqué me preguntó en donde estas?
Y me pregunto que haces?
Estas en alguna parte sintiéndote solitaria? ó hay alguien amándote?
dime como ganar tu corazón porque no tengo ni idea,
pero déjame empezar diciendo...... te amo.
Hola oscuridad, mi vieja amiga,
he venido nuevamente a hablar contigo,
porque una visión,
deslizándose suavemente dejo sus semillas mientras yo dormía,
y la visión que fue plantada en mi cabeza,
aun continua dentro del sonido del silencio.
En inquietos sueños,
yo caminaba solo por angostas calles de guijarros,
bajo el halo de un farol,
me levante el cuello por el frió y la humedad,
cuando mis ojos fueron acuchillados
por el destello de una luz de neón
que agrieto la noche,
y toco el sonido del silencio,
y en la desnuda luz yo vi a diez mil personas, o tal vez mas,
gente corvensando sin hablar,
gente oyendo sin escuchar,
gente escribiendo canciones que nunca comparten las voces
y nadie se atrevía a romper el sonido del silencio.
Tontos les dije,
ustedes no saben que el silencio crece como un cancer,
escuchen las palabras que podrían enseñarles,
tomen mis brazos que podría extenderles.
Pero mis palabras cayeron somo silenciosas gotas de lluvia
y resonaron en los pozos del silencio,
y la gente se inclino y rezo al Dios de neón que habían construido
y el letrero emitió su aviso con las palabras que estaba formando,
y el letrero decía:
Las palabras de los profetas están escritas en las paredes del subterráneo,
y en las salas de las viviendas
y susurradas en los sonidos del silencio.

lunes, 2 de agosto de 2010

Sabias que ...


1. Las mujeres que comen chocolate se excitan con mayor facilidad.

Que el chocolate es un afrodisíaco no es nada nuevo, y mucho menos un mito. Muchos estudios avalan que las mujeres que comen más chocolate se excitan más, ya que el dulce permite una estimulación más directa de las terminaciones nerviosas ¿Lo sabías?

2. Los hombres con pareja se masturban con más frecuencia.

Si creías que tu chico desde que está contigo había abandonado la autoexploración, te equivocas. Los hombres emparejados recurren a la masturbación más a menudo, ya que al tener relaciones sexuales con mayor frecuencia, producen más testosterona, hecho que hace que vivan más excitados que los solteros.

3. ¿Besarse es saludable?

¡Sabías que los besos son muy saludables? Al besar a tu chica(o), unas 40 mil bacterias se intercambian, además de contener la saliva sustancias desinfectantes. Pero si no fuera suficiente, al besar estamos ejercitando unos 30 músculos faciales, activamos la circulación sanguínea y mejoramos la autoestima.

4. 10 segundos es lo que tarda un hombre en tener una erección completa.

Mientras las mujeres necesitan más tiempo para excitarse, y por supuesto otro tipo de estímulos a parte de los visuales para calentar motores, los hombres con un simple impulso visual, pueden tener una erección en tan solo 10 segundos ¡Qué veloces!

5. Al orgasmo desde los pezones.

Aunque existen técnicas para estimular los pezones, la realidad es que solo 1% de las mujeres pueden llegar a tener un orgasmo solo mediante este tipo de estimulación.

6. ¿Alergia al semen?

Aunque suene raro, sí es posible tener alergia al semen. De hecho, el 5% de las mujeres tienen alérgica al semen e incluso hay hombres que también lo son. Pero un preservativo es suficiente para tener todo bajo control.

7. El 10% es asexual

Aunque te cueste de creer una de cada diez personas es asexual, es decir, no se siente atraído por ninguno de los dos sexos. Raro pero cierto.

8. El clítoris crece cuando se excita.

¿Sabías que el clítoris dobla su tamaño cuando se excita? La vagina se agranda y el punto G puede llegar a tener el tamaño de una almendra.

9. El corazón va a 100.

¿Te has preguntado a cuántas pulsaciones es capaz de llegar el corazón en un orgasmo? Según hemos leído, el corazón cuando se pone como una moto, puede llegar a las 180 pulsaciones por minuto.

10. ¿Por qué a los hombres les gusta un pubis depilado?

Puede que en alguna ocasión, tu chico te haya pedido depilarte tu zona genital y es que a los hombres les da morbo. Según los expertos, esta fantasía es puramente erótica y un pubis completamente depilado, es una muestra de infantilismo e inocencia, algo que puede excitar a un hombre.

11. ¿Cuál es la fantasía sexual más común?

Ni conejitas, ni enfermeras cachondas, ni polis malas… La fantasía sexual más común es el sexo oral.

12. Adiós al dolor con el orgasmo.

El dolor de cabeza no es una excusa para no tener relaciones sexuales ya que durante el clímax, el cerebro libera, sobre todo en la mujer, endorfinas y corticosteroides, dos sustancias con efecto calmante que atenúan el dolor crónico de espalda, de la artritis y de las migrañas según hemos leído.

Las 10 mentiras sexuales de las mujeres


1. “No existe el sexo sin amor”: La verdad es que el 99,9% de las mujeres ha fantaseado alguna vez en su vida con tener una aventura con un extraño o algún famoso. Por lo tanto lo del sexo sólo con amor, es ¡falso, falso, falso!.

2. “Sólo me importa la personalidad”: Sin duda que el carácter de alguien es muy importante, pero la apariencia física también cumple un rol en la atracción. Si no te gusta físicamente tu media naranja, aunque tenga una personalidad increíble, es probable que aparezca el aburrimiento.

3. “El tamaño no importa”: Ésta es una de las típicas mentiras que “ellas” dicen para no bajarle el ego a sus parejas. No entraremos en mayores detalles con respecto al tema, sólo podemos decir que los extremos no gustan.

4. “El alcohol es un estimulante sexual”: Si bien beber alcohol nos pone más deshinibidos, el estar ebrio hace perder sensibilidad, por lo que llegar al orgasmo es casi imposible. Puede que la mujer esté más activa, pero no por eso disfruta más.

5. “Nunca he fingido un orgasmo”: Según estudios, entre un 80 y un 90% de las mujeres ha fingido llegar al clímax alguna vez. La razón: quieren complacer a sus parejas y mantener su seguridad.

6. “No me gustan las palabras sucias”: A muchas les da vergüenza reconocerlo, pero a la mayoría les gustan las frases eróticas. Obviamente depende del momento y de quien provengan.

7. “No tengo fantasías sexuales”: No sólo “ellos” tienen fantasías. Si la mujer no lo confiesa es probable que sea porque no tiene demasiada confianza con su pareja.

8. “Me cargan los juguetes sexuales”: A la mayoría de las mujeres les causa curiosidad las películas eróticas, los juguetes sexuales y los strippers. Por algo existen los “Martes Femeninos”.

9. “Eres el único que me hace sentir así”: Casi todas las mujeres tuvieron un ex al que amaron y disfrutaron tanto como con la actual pareja. Ellas dicen que no hubo “otro” que las hizo sentir igual antes porque así se ahorran las explicaciones y celos injustificados.

10. “Si quieres, yo quiero”: Muchas mujeres tienen relaciones sexuales sin desearlo sólo por complacer a la pareja y no por propio placer. Esta conducta se basa en el miedo a defraudar al otro.

sábado, 31 de julio de 2010

Sodomía ¿Placer o Práctica Desagradable?



La sodomía puede gustarte o no, te puede horrorizar o te puede volver loco, se trata de un vicio sano o de una perversión, pero le llames como le llames es simple y llanamente sexo. Para mucha gente, el simple hecho de penetrar la zona anal e incluso lamerla, llega a ser de dudoso gusto y mucho menos conlleva algo parecido al placer pero… ¿lo has probado? Porque no se puede juzgar una práctica que no se ha realizado.

El caso es que el ano está rodeado de muchos nervios que hacen que sea una zona especialmente delicada y sensible por lo que el simple contacto con la lengua o con el pene hace que la persona se derrita del placer. Eso sí, si lo prueban por primera vez no es necesario que penetres la zona, primero necesitarán alguna sesión con la que puedan familiarizarse con la zona y cuando dejen atrás los prejuicios empezarán a disfrutar.

A partir de ahí, y cuando ambos disfruten plenamente de este acto sexual, deberán investigar otras zonas también erógenas, como puede ser, por ejemplo, el perineo. Esta zona se encuentra entre los testículos o la vulva y el ano y muchos prefieren centrarse en el perineo y no directamente en el ano. Pero como en todo en esta vida, hay más gustos que sabores. Igual que algunos prefieren iniciar una relación sexual penetrando directamente sin más preámbulos, otros prefieren excitarse realizando previamente diferentes juegos eróticos.

Lo verdaderamente importante en la sodomía es superar la barrera de lo desconocido.

miércoles, 23 de junio de 2010

Carta al Vasco Aguirre

MÉXICO -- Te escribo con una dualidad de sentimientos, de la profunda decepción a la amargura de la derrota, del pesimismo a la conformidad que nos da la clasificación a octavos de final, pero sobre todo con impotencia, porque además de ver fallar al equipo, me sobrecoge un sentimiento de rabia e indignación por la forma en que planteaste el partido.

Uruguay fue mejor, pero tú, tú nos hiciste sentir muy mal desde antes de que iniciara el encuentro, porque nadie, absolutamente nadie con un poco de lógica, puede comprender tu alineación, y mucho menos tus cambios, fueron decisiones viscerales, absurdas, inoperantes y faltas de inteligencia, tú que nos pides ovlidar los fracasos para darle a México nuevas victorias, el rostro de un triunfador... tú que nos exiges ser los mejores, que nos demuestras fortaleza y un carácter férreo que se supondría busca lo mejor para el equipo, más allá de sus pasiones, de las diferencias y los errrores.

Ya fuiste tú quien vivió un difícil momento dentro del vestidor en aquel amargo encuentro frente a Estados Unidos en el Mundial del 2002, que nos eliminaron no sólo porque jugaron mejor y metieron los goles, sino por decisiones tuyas, como la inclusión-homenaje al Beto García Aspe, o los pleitos que todos supimos, enfrentaste contra Francisco Palencia que dieron al traste con la unión del grupo.

Y ya vimos que la unidad del conjunto es primordial para pensar en un triunfo, tanto así que tú desde el fondo de tu corazón, sabes y debes reconocer que fue uno de los factores que nos ayudaron para desequilibrar a la Francia llena de rencores y pleitos internos, de insultos y escándalos que fueron determinantes para su debacle, y ese es un ejemplo del que debemos aprender.

Por eso es que no entiendo, y me gustaría que nos lo explicaras, porque esto es un foco rojo en el Tri, ¿a qué se debe el cambio de Andrés Guardado? era tu mejor jugador en el partido mal planteado frente a Uruguay, el único que realmente dio un golpazo a la portería charrúa, no lo comprendo, ni entiendo porque a tí y a Mario Carrillo no les gusta alinear a un jugador que por méritos y resultados es obligado en la alineación titular, como es incomprensible la necedad de colocar al Guille Franco en la punta, después de que se ha cansado de demostrarte que no toca el balón para nada, ¡que no le atina nunca! que se mueve lentamente, que deja ir todos los balones y en el mejor de los casos, le rebotan.

Dime por qué él si merece la confianza y la oportunidad, mientras que a Guardado lo sacas en la más estúpida de tus decisiones, en lugar de que hiciera pareja con Pablo Barrera, y no incluir a Israel Castro al que dejaste en situación comprometida y no pudo rendir.

Peor aún, ¿qué hace el Guille si el Chicharito te ha demostrado ser mil veces mejor?

Y en cambios incomprensibles, dejas fuera a Cuauhtémoc Blanco, al que ya de por sí habías puesto de inicio a sabiendas que lo mejor era guardarlo para la segunda parte como ante Francia, sólo para rolar tu gafete de capitán, otro de tus desplantes que hacen del Tri un monstruo de tres cabezas, porque esa decisión divide, más que unir.

No entiendo que no hayas aprendido la lección del 2002, que guardes resabios en tu corazón, cuando Guardado te está demostrando que está jugando bien y sacrifiques el fútbol por una pasión errada, porque en esas decisiones llevarás al Tri a hundirse en el cuarto partido, cuando el rival es por demás complicado y apenas tus buenas decisiones, tu buen manejo del grupo y su unidad basada en la fuerza mental podría darles para hacer un buen partido ante la temida Argentina de Maradona, equipo que sí puede darse el lujo de tener un técnico que se equivoque, que tome decisiones incorrectas, porque está plagado de estrellas y campeones y a pesar del mismísimo Diego se pueden dar el lujo de ganar.

Pero tú... ¡tú no!

El Tri depende de ti, de tus decisiones, de que aciertes a mantener la unidad del grupo y el beneficio futbolístico por encima de todo, más allá de rivales sencillos o durísimos como es el que nos toca ahora en suerte por no tener la capacidad de enfrentar el duelo ante Uruguay con más inteligencia, con mejores decisiones, con la alineación adecuada y los cambios que mejoras en el accionar del equipo, pero dime desde el fondo de tú corazón, ¿qué te impulsó a sacar a Guardado, la mente o las vísceras? ¿por qué Israel? o ¿para qué mantener al Guille?

Es una pena, pero seguir con Franco en la punta es casi como jugar con diez hombres, o peor aún 10 y un estorbo, con perdón para él porque buenas intenciones tendrá, ¡pero buena puntería, no!

Ojalá de aquí al domingo reflexiones, pienses en el bien del equipo y dejes de lado los conflictos con Guardado, que comprendas que por más que idolatres al Guille no hay por donde y que alinees a los mejores hombres, a los que verdaderamente puedan hacer mella en la Argentina de Lionel Messi, ¡si leiste bien! Messi,¡ el mejor jugador del mundo! ¿recuerdas?

La gran oportunidad la tenías hoy, hoy que decidiste tomar tus peores decisiones, que pensaste más en ti que en buscar la victoria que nos tendría en otra situación y que nos hubiera permitido festejar en grande el pase a octavos, porque así ni nos sabe, es más, sentimos amargura en los labios, un hueco en el estómago y un profundo temor de que no entiendas tu verdadero papel al frente del Tri, que el ensordecedor ruido de las vuvuzelas te haya nublado la mente y no te deje reflexionar en lo que es mejor para el equipo.

Me despido, no sin antes decirte que ese gol que nos marcó Uruguay, fue tan certero como el puñal que tu nos metiste en la espalda con tus decisiones, y que si en algo te importamos tienes que pensar con claridad, dejarte de tonterías, de pleitos absurdos con tus jugadores y de cambios incomprensibles que no ayudan en nada al equipo.

Ojalá que Dios te ilumine y no nos vuelvas a dejar con ese sabor amargo de la decepción, al menos queremos ver que se lucha ante Argentina con nuestros mejores hombres, con la mejor estrategia, con garra y entrega.... no nos decepciones una vez más.

Atentamente:

La afición mexicana y quien esto escribe.
Martha Guerra

martes, 16 de febrero de 2010

Carta a mi Padre


Anhelabas mi nacimiento y yo también anhelaba conocerte. Pero quizá una vez pasada la emoción de la noticia, me volví un envoltorio que mirabas a ratos y desconocías en cuanto empezaba a llorar o a oler mal. Yo, en cambio, nunca perdí la emoción de tu presencia. Eras la persona que mas deseaba ver, en medio del mundo de mujeres que me rodearon desde mi nacimiento.


Cuando era pequeño, me preguntaba porque me habías abandonado con el otro sexo. Quería a mi madre, a mi abuela, a mis hermanas, pero tú, ¿porque no pasabas más ratos perdidos conmigo? Yo, que era como tú, que llevaba incluso tu mismo nombre, me pasaba deseando verte, abrazarte, soñaba con que tú me quisieras tanto como yo a ti, con esa mezcla de admiración desmedida y deseo infantil de ser abrazado y acariciado, por ti papá. Si, también por ti.


“El es hombre” dijiste un día que mi madre recomendó que me abrazaras cuando me lastimé al caerme. Me miraste, enfurecido por mis lágrimas y reiteraste la frase: “El es hombre”. Yo me sentía simplemente lastimado y asustado por el golpe. Deseoso de que tú, mi padre, mi héroe, me consolara y compartiera mi dolor. Tuve que entender que a nosotros los hombres no nos es dado el dolor ni el consuelo de la ternura de nuestros semejantes. Sólo nos pueden consolar y abrazar las mujeres.

Hoy, todavía, a veces siento ganas de acercarme a ti. Quisiera que me hablaras de tus miedos, de tus inseguridades, porque seguramente también las tuviste algunas veces. Quisiera que me tranquilizaras cuando dudo, cuando siento miedo y me dijeras que es válido que los hombres sintamos temores, angustia, incertidumbre.


Recuerdo las escasas ocasiones en que jugabas conmigo. Me golpeabas y esperabas que yo entendiera que ésa era la forma de darme amor. Me exigías calificaciones, limpieza, orden, respeto, disciplina. Me dabas poco a cambio. Ni siquiera algo de tu presencia.


Me pasaba esperando el fin de semana para verte un rato y tú te ibas a jugar al club con amigos o veías la televisión sin casi hablar con nosotros. Cuando, al fin, empezabas a llevarme contigo, me aterraba manejar mal la pelota, me asustaba la posibilidad de hacerte quedar mal. Sabía que yo tenía que ser un hombre, no un niño, pero no sabía qué era exactamente lo que deseabas de mí. Prefería no hablar, porque cuando lo hacía corregías mi vocabulario o te irritabas ante mi ignorancia. “No hagas preguntas tontas” decías con aire ofendido. Ante tus amigos guardaba silencio por temor a dejarte en mal y tú lo interpretabas como indiferencia o falta de agradecimiento de que me llevaras.


Luego me enfermé de las anginas a los diez años y hubo que operarme. Me contaste la anécdota del hijo del médico a quien él operó sin anestesia para demostrar que su hijo era muy hombre. Viví aterrado varias semanas pensando que tú también esperabas de mí una prueba semejante y me sentía horrorizado de mí mismo y de mi miedo ante el dolor de la operación. Finalmente me llevaste al hospital y nunca me explicaste si iban a anestesiarme o no. Creo que a la fecha despierto por la noche con pesadillas de aquel momento. Y al ir empezando a desarrollarme, recuerdo tus frases irónicas que suponías yo entendía y que, para mí, eran un lenguaje incomprensible. Te reíste la primera vez que me enamoré de una compañera de la escuela. El amor romántico que sentí te pareció ridículo.


Papá ¿Qué podría pedirte? Tal vez algo que tu padre te negó: tu amistad y tu afecto. Pero no el afecto teórico que yo debo entender que existe, aunque nunca lo manifiestes. No el dinero que sustituya tu presencia o tu compañía. No quiero –aunque sé que tú así lo crees- que me des regalos, una mensualidad mayor que la que tengo. Quisiera la posibilidad de discutir contigo mis dudas acerca de mi papel de hombre en este mundo tan difícil. Quisiera hablarte de mis deseos -¿tal vez indignos de un hombre?- de dar y recibir ternura. Me gustaría que conocieras mis deseos y mis proyectos para el futuro, pero hablarlos contigo sin que tú frunzas el entrecejo antes de que yo empiece a hablar.


Quisiera que no me remitieras a mi madre cada vez que empiezo la frase diciendo: “Papá, quisiera platicar contigo” Tú eres muy importante. Ella ocupa un sitio primordial porque tú nunca estuviste cerca de mis brazos que querían abrazarte. Porque además del afecto que me dio como madre, suplió tus ausencias, suavizó tus enojos. Pero te quiero también a ti, quiero sentir que mi padre es alguien más que el señor que firma los cheques y paga la colegiatura.

Quisiera ser hijo antes de que la vida me coloque en la posibilidad de ser padre. Ser tu hijo aunque sea por unas horas solamente. ¿Sería posible?