viernes, 24 de noviembre de 2006

A las mamas no se les va una . . .

Federico vivía, en un departamento con Karla.
Ante los ojos de la familia de Federico, Karla solo compartía departamento con Federico... nadie podía comprobar otra cosa.
Un día, Federico invita a su madre a cenar en su departamento de sóltero. Durante la cena la madre no pudo quitar su atención en lo hermosa que era Karla, la compañera de apartamento de su hijo.
Durante mucho tiempo ella había tenido sospechas de que su hijo tenía una relación con Karla y al verla, la sospecha no pudo sino acrecentarse.
En el transcurso de la velada, mientras veía el modo en que los dos se comportaban, se preguntó si estarian acostandose.
Leyendó a su madre el pensamiento, Federico le dijó: mamá, se lo que estas pensando, pero te aseguro que Karla y yo somos sólo compañeros de apartamento.
Aproximadamente una semana despues, Karla le comento a Federico que desde el día en que su madre había ido a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata que usa para servir la sopa.
Federico contestó que, conociendo a su madre, dudaba que ella se lo hubiese llevado, pero que de todos modos le escribiria una nota, y se la dejaría en un lugar visible en la casa de su madre......... En la puerta del refrigerador.
Así que se sentó y escribio:
"Querida mamá, no estoy diciendo que tu tomaste el cucharón de plata que se usa para servir sopa, tampoco estoy diciendo que no lo hicieras, pero el hecho es que éste ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a mi departamento.
" Con cariño, Federico".
Unos días más tarde, sobre su escritorio Federico encontró una nota de su madre que decia:
"Querido hijo, no estoy diciendo que te acuestes con Karla o que no te acuestes con Karla, pero el hecho es que si Karla se acostará en su propia cama, ya habría encontrado el cucharón de plata que se usa para servir sopa, que yo puse bajo sus sabanas.
" Con todo cariño, MAMÁ!.
MORALEJA: "A las mamas no se les va una".