No fue engaño. No fue traición lo mío. Yo te esperaba.
Me endulzaba el cuerpo con olorosas cremas,
me perfumaba con esencias de flores blancas,
jazmines y magnolias, madreselvas y rosas...
Sabías que te esperaba y no venías. Yo te amaba y te amo.
Quería que me cerraras los ojos con tus labios,
que corrieras las sábanas planchadas.
Y dejaras caer sobre mi cuerpo la luna y las estrellas,
como el cielo las deja caer sobre los charcos.
No, no fue un engaño. Te amaba y quería que me amaras.
Estaba sola. No fuiste tú. Quería que me amaran, y fue otro.
Y fue mágico. Breve, profundo, cálido.
No sé como pasó... pero pasó. ¡Yo lo deseaba tanto!
No me arrepiento. Ya ves, te lo confieso.
Tampoco he de olvidarlo, ni lo intento.
Me bajó las estrellas. Me encendió los luceros.
Bautizó con saliva cada centímetro cuadrado de mi cuerpo.
Fue generoso y bello, y me hizo sentir tan plena,
tan mujer, tan deseada y hermosa, que no me importa si mintió,
si también yo mentí cuando hablábamos de amor entre jadeos.
No me arrepiento. Si volviera a pasar lo que pasó, volvería a hacerlo... Quizás tuvo que ver que era verano.
Y en el verano es más triste que la cama se muera de desvelo...
Quizás tuvo que ver que era verano...Pero yo igual te amaba. Igual te amo.
No se seca el rosal porque cortemos una rosa de sus ramas.
Yo te amaba y quería la fiesta de tu sexo.
Tú no oías la música, los llamados, los gritos. Y él oyó.
Él se acercó. Yo simplemente cerré los ojos, olí el verano,
dejé que mi jardín resucitara. No pregunté.
Fuí rosa, barco hundido, eclipse, luces.
Y tú, aunque lejano, aunque ausente, seguías siendo raíz, sol y océano.
Por eso digo que no fue traición. Por eso digo que no fue engaño.
Fue un cántaro de agua enmedio del desierto.
Fue un bálsamo que detuvo el ardor de las heridas.
No me arrepiento. Ya ves, te lo confieso. Siempre dije la verdad.
Nunca tuve vergüenza de mostrar mi corazón, sin el séptimo velo cubriéndolo.
Mi corazón desnudo, maltratado, que casi no cuidas,
que muchas veces has dejado olvidado por ahí,
y me llegó cansado de recorrer infinitas distancias para volver a mí...
¿Lo ves? Sigue siendo tuyo. Yo igual te amaba. Igual te amo.
No sé como pasó. Pero pasó.
Quizás tuvo que ver que era verano.
P.D.
10 comentarios:
¿Se lo confieso?
jajajajaja...
Me gusto mucho, mucho...
dicen por ahi que por algo pasan las cosas!
Saludos
Siempre habrá alguien tocando a las puertas que estan entreabiertas..
Hola:
A veces las cosas pasan sin planearlas, sin pensarlas, solo pasan sin mayores explicaciones........
Pero pienso que son situaciones que nos hacen crecer
Saludos....
por algo me gusta la canción UNO Y UNO ES IGUAL A TRES..
por que si dos ya no se llevan bien; siempre hay un tercero para complacer....
me agradó!
Ya llegué de vacaciones, deseo ponerme en poco tiempo al día y visitaros a todos.
Gracias por tu vista.
Besos tiernamente dulces :)
** MARÍA **
Toc toc... suenan a peruanos?
Interesante confesión, me encantó.
besos
hermosa!!...asi me siento...llega alguien y toca la puerta, que esperaba a otra persona, pero llego ese alguien que me hace olvidar, dejar de extrañar...pero no me hace dejar de kerer....y no me hace kererlo a él.....=(
Cuanto reflejo en este escrito! me encanto, simplemente me encanto!
saludos, regresando la visita!
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